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Retinopatía Diabética

Degeneración Macular (DMAE)

Desprendimiento de Retina

Inyecciones Intravítreas

Retinopatía diabética

La retinopatía diabética es una complicación ocular de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos de la retina y que puede asociar  pérdida de visión si no se detecta y trata a tiempo.

Los factores de riesgo principales para padecer esta complicación de la diabetes incluyen una duración prolongada de la enfermedad y el mal control de los niveles de glucosa en sangre.

La mejor manera de prevenir la retinopatía diabética es mantener un buen control de la diabetes, lo cual se basa en el óptimo control de los niveles de azúcar en sangre.

Para las personas con diabetes se recomienda someterse a exámenes completos de los ojos al menos una vez al año, para conseguir un diagnóstico adecuado y proponer las medidas terapéuticas precisas.

El tratamiento de la retinopatía diabética depende de la etapa y la severidad de la enfermedad:

  1. Control sistémico de la diabetes: fundamental para todas las etapas de la retinopatía.
  2. Fotocoagulación láser: opción para tratar los vasos sanguíneos anómalos.
  3. Inyecciones intravítreas: medicamentos como los anti-VEGF pueden reducir la formación de vasos sanguíneos anormales y mejorar el edema macular que puede aparecer en algunos pacientes diabéticos
  4. Tratamiento quirúrgico: en casos avanzados y ante la aparición de complicaciones, se puede indicar la realización de una vitrectomía, una cirugía por medio de la cual se retira el humor vítreo y restos sanguíneos del propio vítreo.

Degeneración Macular (DMAE)

La degeneración macular es una enfermedad que afecta la mácula, la parte central de la retina, y es una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores de 50 años.

Factores de riesgo: Los principales factores de riesgo incluyen la edad avanzada, antecedentes familiares de degeneración macular y ser fumador.

Prevención: ciertos hábitos pueden reducir el riesgo de su aparición o retardar la progresión de la enfermedad:

  1. Dieta saludable: rica en frutas, verduras y pescado.
  2. Suplementos vitamínicos: los suplementos con antioxidantes y zinc pueden ser beneficiosos, retrasando la progresión a etapas más avanzadas.
  3. Dejar de fumar: fumar es uno de los principales factores de riesgo modificables.

Tratamiento: existen dos tipos principales de degeneración macular: seca y húmeda. Los tratamientos existentes varían según el tipo:

  1. La degeneración macular seca es la forma más común y representa aproximadamente el 80-90% de los casos. Se caracteriza por la presencia de depósitos amarillentos llamados drusas que se acumulan bajo la retina, así como por un adelgazamiento y desgaste gradual en la retina. La pérdida de visión, si se produce, suele ser generalmente lenta y progresiva. En búsqueda de un óptimo tratamiento específico, los suplementos vitamínicos han demostrado que pueden ralentizar su progresión hacia etapas más avanzadas o a la forma húmeda.

 

  1. Degeneración macular húmeda: forma menos común pero que puede progresar a etapas de mayor gravedad antes y más rápido que la seca. Se caracteriza por el crecimiento anormal de vasos sanguíneos bajo la retina, lo que puede provocar fugas de líquido o sangre, causando cicatrices y pérdida rápida de visión central. Existen para esta forma tratamientos con inyecciones de fármacos denominados antiangiogénicos o anti-VEGF, que pueden ayudar a reducir el crecimiento de vasos sanguíneos anómalos y disminuir o incluso evitar la pérdida de visión.

Desprendimiento de retina

El desprendimiento de retina es una urgencia oftalmológica donde la retina se separa de su soporte tisular en la parte posterior del ojo, lo cual puede causar pérdida de visión permanente si no se trata con rapidez. La causa más común es la aparición de un desgarro o agujero en la retina periférica.

Sus factores de riesgo incluyen miopía elevada, antecedentes familiares de desprendimiento de retina, traumas oculares, cirugías oculares previas y ciertas enfermedades oculares.

Aunque no siempre es posible prevenir un desprendimiento de retina, algunos pasos pueden ayudar a reducir el riesgo:

  1. Exámenes oculares regulares: especialmente para aquellos con factores de riesgo.
  2. Protección ocular: usar protección en deportes o actividades que pueden causar trauma ocular.

Tratamiento: es generalmente quirúrgico e incluye:

  1. Fotocoagulación láser o crioterapia: para sellar los desgarros o agujeros en la retina.
  2. Vitrectomía: retirada del humor vítreo y reemplazo con distintos tipos de gas o aceite de silicona para fijar la retina de nuevo en su lugar.
  3. Cerclaje escleral: colocación de una banda de silicona alrededor del ojo para empujar la retina hacia el interior.

Inyecciones intravítreas

Las inyecciones intravítreas son una modalidad de tratamiento para diversas enfermedades oculares, como la degeneración macular húmeda, el edema macular y la retinopatía diabética.

Los principales medicamentos administrados mediante inyecciones intravítreas incluyen:

  1. Fármacos antiangiogénicos, Anti-VEGF (Factor de Crecimiento Endotelial Vascular): ranibizumab (Lucentis), bevacizumab (Avastin) y aflibercept (Eylea) o el más reciente Faricimab (Vabysmo) que inhiben el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales y reducen el contenido de líquido anómalo en la retina central, causa de la pérdida de visión
  2. Corticosteroides: como la triamcinolona y el implante de dexametasona (Ozurdex), utilizados para reducir la inflamación y el edema macular.

Indicaciones:

Estas inyecciones son utilizadas principalmente para pacientes con:

  1. Degeneración macular húmeda: para prevenir el crecimiento de vasos sanguíneos anormales y reducir el edema.
  2. Oclusiones vasculares de la retina: para tratar el edema macular que pueden asociar, mejorando la visión.
  3. Retinopatía diabética: para reducir el edema macular diabético y las hemorragias asociadas a la retinopatía diabética.

Pautas de inyecciones

La frecuencia y el número de inyecciones varían según la enfermedad y la respuesta del paciente al tratamiento:

  1. Degeneración macular húmeda: inicialmente, se administran inyecciones mensuales, que pueden espaciarse a medida que se controla la enfermedad.
  2. Edema macular: similar a la degeneración macular, con frecuencia mensual al inicio y ajuste según la respuesta.
  3. Retinopatía diabética: pautas similares, con ajustes basados en la gravedad y la respuesta al tratamiento.